viernes, 27 de abril de 2012



 Hoy la nostalgia se apodera de mi mente, recordando viejas fotos, y no tan viejas, parajes que forman parte de mi recuerdo, imagenes que de mi retina no podrán ser borradas, sensaciones que al mirar por la ventana te hacen desplegar todo tu corazón y sentirte libre, sentir que puedes respirar aire puro y escuchar el canto de los pajaros.
Como buena fotógrafa no podía faltar algo propio, obviamente nada que ver con cualquier imagen que pueda encontrar en cualquier sitio, ya sea porque lo que uno crea siempre es para sentirse orgullosa, o bien porque la belleza de esta foto es inigualable.

Por eso se asoma la nostalgia hoy por la puerta, en estos alrededores he pasado toda mi vida, mi infancia, mi juventud, mi tontería, y porque no, mi locura. Escapadas con la bici, aventuras en busca del tesoro cruzando ríos de punta a punta, atravesando bosques y preocupando a nuestros padres porque las pequeñas traviesas se perdían por el monte. Asi pues, día tras día, respirando lo más puro de esta tierra, sintiendome la más afortunada por poder contemplar maravillas tan impresionantes como estas, iba orgullosa caminando sobre la nieve, sin pensar en nada, solo en escuchar el sonido de mis  pisadas en la inmensidad del silencio.

Se dice que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, en mi caso, tantos años fuera de casa, tan cerca pero a la vez tan lejos de estos recuerdos, me hacen sentir triste hoy. A pesar de todo, sonrío al recordar aquellas aventuras y travesuras que disfruté aquellos días que por suerte o por desgracia, nunca volverán.
Me encantaría que todo el mundo que contemplara esta foto pudiera sentir todo lo que en mi cuerpo aflora, sinceramente así lo espero. Un abrazo.

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